Opinión La Jornada-Jorge Eduardo Navarrete/ I
Tras la forzadamente festiva ceremonia de promulgación de la reforma constitucional "en materia de energía" –para la cual el patio de honor de Palacio Nacional fue convertido en efímero set televisivo–, lejos de amainar, como podía haberse esperado que ocurriera, ha aumentado sin piedad alguna el blitzkrieg propagandístico, sostenido ya a lo largo de varios meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario