Legisladores ignoraron el mal servicio de la empresa
Revista Siempre
Parece que a la mayoría de los legisladores federales los dos millones de quejas presentadas en San Lázaro por los molestos usuarios de todo el país, les pasaron de noche y en lugar de meter en cintura a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la volvieron a dotar de jugosos recursos para el 2012.
De esta manera por demás inconcebible, se avala a una empresa que no sólo se ha convertido en una amenaza latente a la economía de millones de familias pobres a las que pretende cobrar estratosféricas cantidades en sus recibos, sino que está entregando la industria eléctrica nacional a compañías extranjeras a las que financia con el dinero de los mexicanos, a través de los llamados Proyectos de Infraestructura Productiva de Largo Plazo (Pidiregas).
Y aunque dentro de sus lineamientos internos (podría decirse, sueños guajiros), la CFE dice que el año entrante realizará acciones de transparencia y combate a la corrupción, algo así como el consabido mejoral contra el cáncer, insiste en alentar proyectos de infraestructura de firmas privadas, prosiguiendo con su política de entregar nuestros recursos energéticos en charola de plata a los particulares.
Así, en 2012, CFE tendrá recursos del orden de los 253 mil 820 millones; es decir, un 6,4 por ciento más en relación al año anterior, de los cuales ya tiene comprometidos 55 mil 489 millones de pesos para la compra de energía a los llamados Productores Externos de Energía (PIE´s), casi el 67 por ciento de lo que plantea erogar en subsidios para los consumidores, supuestamente de bajos recursos, y que suma unos 82 mil millones de pesos.
Pero lejos de que los legisladores pusieran un dique al proceso de desnacionalización de nuestra industria eléctrica, autorizaron en el Presupuesto de Egreso del Gobierno Federal para el 2012, a través de la inversión financiada por el sector privado bajo el esquema de los Pidiregas, el ejercicio de otros 51 mil 247,4 millones de pesos que “permitirán financiar proyectos de infraestructura económica del sector eléctrico”.
Visto con detenimiento, el desempeño de la paraestatal es cada vez peor; hace mucho dejó de ser una empresa rentable y ahora se ha transformado en un peligroso elefante blanco a las finanzas del país, ocasionando además terribles daños colaterales no sólo a los consumidores de más bajos recursos sino a gran parte de los sectores de la economía por sus incontables fallas en el servicio que presta, sobre todo en la zona centro del país donde antes operaba Luz y Fuerza del Centro.
Su costo al erario en 2012 será casi equiparable, por ejemplo, con el de Pemex (301 mil 255 millones de pesos), y el del Seguro Social (394 mil 492 millones), a diferencia de que Petróleos Mexicanos es una empresa que contribuye, vía el pago de impuestos, a mantener a flote las quebradas finanzas públicas, y el Seguro Social, da atención médica a más de 40 millones de mexicanos; es decir, ambas rinden provechosos dividendos al país, pero no así la CFE.
Es curioso por ello que los legisladores hayan querido maquillar y no ir al fondo del ruinoso manejo que la Comisión Federal ha hecho con los recursos que le aportamos año con año todos los mexicanos, devolviéndonos a cambio un pésimo y costosísimo servicio. En el artículo sexto del Presupuesto de Egresos 2012, referente a las “entidades de control directo”, entre las que se incluye a la CFE, en su párrafo III, los diputados establecieron:
“Dentro de los dos primeros meses del año (2012), CFE deberá informar a la Cámara de Diputados, desglosando por entidad federativa y municipio, en forma impresa y en formato electrónico de texto modificable de base de datos, sobre los subsidios otorgados a los consumidores en el año 2012 y en los 4 años previos, diferenciando cada una de las tarifas eléctricas por tipo de usuario. Dicha información deberá estar disponible en la página de internet de dicha entidad y ser actualizada bimestralmente”.
Para hacer concreta la intención de transparentar el cochinero interno que subsiste en CFE, los legisladores debieron exigir además, la publicación puntual de los sueldos de sus funcionarios, sobre todo los de mayor nivel que como el hoy prófugo Néstor Moreno Díaz, se manejan siempre bajo el amparo de la discrecionalidad, lo que les permite llenarse los bolsillos con dinero mal habido.
Hasta la fecha, la “Empresa de Clase Mundial” no ofrece en su portal información alguna al respecto y menos de la forma en que ha venido entregando la materia de trabajo que antes correspondía a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), a las empresas contratistas. Y ni pensar que los mexicanos se enteren de los multimillonarios negocios que están haciendo a sus espaldas en beneficio de empresas trasnacionales como Iberdrola, Unión Fenosa, y otras muchas más, vía los PIDIREGAS. Esa información está guardada en archivos privados y bajo siete llaves, pues forma parte de una auténtica traición a la patria.
Podría decirse que sin querer, los diputados han terminado por ponerle un discreto, pero estorboso cascabel al gato al obligar a la gente de Antonio Vivanco a subir a su portal el manejo del subsidio en las tarifas. Millones de usuarios seguramente se llevarán sendas sorpresas al enterarse que los mismos están beneficiando a otros que no los necesitan. Ahora estará por verse que tanto caso le hacen los funcionarios de CFE a los legisladores quienes, pese a tener información de primera mano información sobre sus excesos y corrupciones, insisten en aflojarles la cartera de los recursos públicos. Pronto veremos cuál de las partes quedará en entredicho.
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