
Guillermo Ochoa
Revista TvNotas
Se puede cambiar el funcionamiento de toda un empresa, claro, pero resulta más fácil cambiar a la telefonista. Tal parece que por ello optó el gobierno al sustituir a Luz y Fuerza con la Comisión Federal de Electricidad.
La tarde del pasado 24 de diciembre, mis vecinos y yo, en Toluca, esperabamos en arribo de una cuadrilla de trabajadores que en el horizonte de nuestra imaginación tomaban las proporciónes de verdaderos héroes, que como el Séptimo de Caballeria, llegarían justo a tiempo para salvarnos. Esa mañana una señorita muy amable, no había dicho al teléfono -la cuadrilla va para allá, seguro está por llegar-, No había duda en su voz, ningún tiubeo: la cuadrilla ya venía para aca.
El optimismo nos arrollaba. Imaginábamos a los hombre con sus cascos, las barbas de tres días, el gesto duro, los ojos entrecerrados, venciendo cualquier obstáculo con tal de llegar a nuestro barrio, elevar trabajosamente las escaleras contra los postes, desafiar el viento, trepar hasta los alambres, restablecer con sus enormes guantes amarillos de carnaza algunas conexiones, e inspirados por nuestras ovaciónes, reconectar el switch que haría estallar nuevamente el milagro luminoso.
Volvería al barrio la alegría. Se retirarían sin aceptar felicitación o brindis alguno -Es nuestro deber- diría el jefe de Los buenos, nos queda aun mucho camino que recorrer...
Todo había empezado en 21, cuando se fue la luz.Comezaron, entonces, los intentos para comunicarnos al teléfono que la CFE había publicitado para atención al público. En la época anterior, cuando Luz y Fuerza, es decir, durante el reinado de los malos, simplemente descolgaban el teléfono y no respondía.
Ahora bastó con marcar durante unos 30 minutos continuos para que una voz femenina nos dijera muy amablemente: Ya va para allá la cuadrilla... que llegó al día siguiente (22) por la noche y arregló la luz, que volvió a irse al día siguiente (23) por la tarde. Por lo cual, el 24 llamamos con más impetu aun a las señoritas del 071, que cada vez más espaciadamente, pero eso sí, con la misma amabilidad, nos respondían: La cuadrilla ya va para allá...
Total, pasamos la navidad comiendo y bebiendo por el sistema Braille. A la media luz de las velas, improvisamos un divertido juego que se llamaba "interpreta mi recibo". Consiste en intentar desentrañar los misterios ocultos en los nuevo recibos enviados por la CFE, que han llegado a miles de hogares sembrando dudas e interrogantes.
¿Porqué para ellos los meses tienen 27 días? ¿Qué significa un redondeo por 1758 pesos? ¿Porqué si mi facturación del período es de mil 509 pesos 50 centavos, yo debo pagar en total 3 mil 297 pesos en total? Mi historial de consumo aparece en ceros en 2008 y 2009, ¿cómo entonces me dicen que mi consumo en este periodo fue estimado con base en mi historial? El costo de producción -me explican- fue de 2 mil 885 pesos 82 centavos, ¿cómo se obtiene el costo de un producto que no ha sido medido ni pudo haber sido calculado en base a nada...?
La cuadrilla no llegó el 24, ni el 25, ni el 26; llegó hasta el día 27 por la mañana. Desgraciadamente, ya no había nadie en casa para darles el abrazo de Año Nuevo. Habíamos huido, lo mismo que muchos de los vecinos, con una idea en mente: también en esto estabamos mejor cuando estábamos peor.
Revista TvNotas
Se puede cambiar el funcionamiento de toda un empresa, claro, pero resulta más fácil cambiar a la telefonista. Tal parece que por ello optó el gobierno al sustituir a Luz y Fuerza con la Comisión Federal de Electricidad.
La tarde del pasado 24 de diciembre, mis vecinos y yo, en Toluca, esperabamos en arribo de una cuadrilla de trabajadores que en el horizonte de nuestra imaginación tomaban las proporciónes de verdaderos héroes, que como el Séptimo de Caballeria, llegarían justo a tiempo para salvarnos. Esa mañana una señorita muy amable, no había dicho al teléfono -la cuadrilla va para allá, seguro está por llegar-, No había duda en su voz, ningún tiubeo: la cuadrilla ya venía para aca.
El optimismo nos arrollaba. Imaginábamos a los hombre con sus cascos, las barbas de tres días, el gesto duro, los ojos entrecerrados, venciendo cualquier obstáculo con tal de llegar a nuestro barrio, elevar trabajosamente las escaleras contra los postes, desafiar el viento, trepar hasta los alambres, restablecer con sus enormes guantes amarillos de carnaza algunas conexiones, e inspirados por nuestras ovaciónes, reconectar el switch que haría estallar nuevamente el milagro luminoso.
Volvería al barrio la alegría. Se retirarían sin aceptar felicitación o brindis alguno -Es nuestro deber- diría el jefe de Los buenos, nos queda aun mucho camino que recorrer...
Todo había empezado en 21, cuando se fue la luz.Comezaron, entonces, los intentos para comunicarnos al teléfono que la CFE había publicitado para atención al público. En la época anterior, cuando Luz y Fuerza, es decir, durante el reinado de los malos, simplemente descolgaban el teléfono y no respondía.
Ahora bastó con marcar durante unos 30 minutos continuos para que una voz femenina nos dijera muy amablemente: Ya va para allá la cuadrilla... que llegó al día siguiente (22) por la noche y arregló la luz, que volvió a irse al día siguiente (23) por la tarde. Por lo cual, el 24 llamamos con más impetu aun a las señoritas del 071, que cada vez más espaciadamente, pero eso sí, con la misma amabilidad, nos respondían: La cuadrilla ya va para allá...
Total, pasamos la navidad comiendo y bebiendo por el sistema Braille. A la media luz de las velas, improvisamos un divertido juego que se llamaba "interpreta mi recibo". Consiste en intentar desentrañar los misterios ocultos en los nuevo recibos enviados por la CFE, que han llegado a miles de hogares sembrando dudas e interrogantes.
¿Porqué para ellos los meses tienen 27 días? ¿Qué significa un redondeo por 1758 pesos? ¿Porqué si mi facturación del período es de mil 509 pesos 50 centavos, yo debo pagar en total 3 mil 297 pesos en total? Mi historial de consumo aparece en ceros en 2008 y 2009, ¿cómo entonces me dicen que mi consumo en este periodo fue estimado con base en mi historial? El costo de producción -me explican- fue de 2 mil 885 pesos 82 centavos, ¿cómo se obtiene el costo de un producto que no ha sido medido ni pudo haber sido calculado en base a nada...?
La cuadrilla no llegó el 24, ni el 25, ni el 26; llegó hasta el día 27 por la mañana. Desgraciadamente, ya no había nadie en casa para darles el abrazo de Año Nuevo. Habíamos huido, lo mismo que muchos de los vecinos, con una idea en mente: también en esto estabamos mejor cuando estábamos peor.
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