Quedó de manifiesto el rechazo unánime de los mexicanos a la pretensión oficial de privatizar el agua Movimiento Nacional en Defensa del Agua / II
Martín Esparza | Revista Siempre!
La Caravana Nacional por la Defensa del Agua, el Territorio, el Trabajo y la Vida logró con creces su objetivo: aglutinar el despertar ciudadano por los cuatro puntos cardinales del país. Es un hecho que puede calificarse de histórico, 250 organizaciones campesinas, sindicales y sociales, entre ellas el Sindicato Mexicano de Electricistas, recorrieron 27 estados de la república y más de 80 localidades donde quedó de manifiesto el rechazo unánime de los mexicanos a la pretensión oficial de privatizar el agua y que ha tenido en el pueblo yaqui a uno de sus más férreos opositores. Esta convocatoria hizo eco en miles y miles de indignados ciudadanos que ahora saben, no están solos en su exigencia de justicia pues han tomado plena conciencia de que sus problemas y carencias son comunes para millones de mexicanos y que la lucha social es una responsabilidad de todos.
Lamentablemente pero compresiblemente que las causa que dieron origen al movimiento armado de 1910, se repitan después de cien años con el relanzamiento de un nuevo Plan de Ayala que como el promulgado por Emiliano Zapata, luego de la traición de Francisco I. Madero a los reclamos de justicia de los campesinos, busca hacer valer los pisoteados derechos de no sólo de la clase campesina, sino de los indígenas y la clase trabajadora en su conjunto.
De ahí que en los puntos básicos de la convocatoria lanzada para la realización de la caravana se estableciera la impostergable misión de hacer visibles a la sociedad las innumerables luchas que se están dando por todo el país por la defensa de la tierra, el agua y los recursos naturales de miles de comunidades, pero también la importancia de denunciar los despojos a la nación que se pretenden materializar con las reformas estructurales como la reforma energética. De tal manera que de viva voz, el pueblo informe al propio pueblo de lo que la manipulación de los medios masivos oculta sobre la realidad que padecen millones de mexicanos.
Histórica también la simbólica convergencia de toda esa fuerza social en Xochimilco, punto donde el 14 de diciembre de 1914, se encontraron el Ejercito Libertador de Sur y la División del Norte, para marchar juntos a la Ciudad de México. Ahora, fueron miles y miles de mexicanos los que el pasado viernes 22, arribaron al Zócalo de la Ciudad de México para decirle a todo el país que ya está en marcha la conformación de una central de alcances nacionales, que va a grupal a todo el pueblo para echar atrás el proyecto de privatización del agua.
Premisas las anteriores, extraviadas y aniquiladas por la clase política actualmente en el poder, que desde hace mucho dejó de representar los intereses de la mayorías para servir a los dictados de los organismos extranjeros en la protección de los intereses de las trasnacionales, al extremo de intentar privatizar hasta el agua que todos necesitamos para vivir. La voz de un pueblo que empieza a organizarse con planeación y claridad de objetivos es la que se escuchó en el Zócalo y es la que comienza a germinar por todo el país.
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